Esta ciudad, que destila historia y patrimonio a lo largo de sus calles, tiene una privilegiada situación entre tres Comunidades autónomas: la valenciana, la castellano-manchega y la murciana. Su especial enclave condiciona su clima, caracterizado por la continentalización meseteña que se traduce en unas temperaturas extremas que oscilan entre los 3ºC y los 35ºC. Junto a las condiciones climáticas, el relieve geográfico marca el paisaje general de la zona. Se trata de un altiplano con unas características paisajísticas entre meseteñas y mediterráneas. La zona está sometida a un sistema erosivo mediterráneo, en donde predominan las calizas, margas y arcillas, que componen algunas de las montañas de la zona, como la Sierra de las Salinas, con una altura máxima de 1.123 m en el Pico de la Capilla. Como es de esperar de un municipio del interior, su economía ha estado basada tradicionalmente en la agricultura, la cual se ha modernizado con el paso de los años dando lugar a una industria agroalimentaria que comercializa productos de primera calidad. El calzado es otro de los sectores sobre los que se sustenta la economía villenense, el cual es famoso por su calidad y diseño, destacando sobre todo en la fabricación infantil y juvenil. Por otra parte, el gran valor patrimonial y cultural de la ciudad, está permitiendo un desarrollo turístico que complementará la economía local y difundirá la imagen y la historia de esta noble ciudad.